Mientras antes mejor, porque todo suma. Como dijo el reconocido actor Dwayne Johnson (popularizado como “La Roca”) “el éxito no se da de la noche a la mañana. Es cuando cada día eres un poco mejor que el día anterior”.
Por lo tanto, mientras menos tiempo te tome definir tu área de especialización, más utilizarás ese recurso (las horas) a tu favor, para sumar aprendizajes, experiencias, fracasos e información en beneficio de eso que quieres ser y hacer.
Aunque no creo que el caso de Mozart sea el tuyo, para abordar este tema me gusta empezar por mencionar que el compositor y pianista austriaco -considerado como uno de los músicos más influyentes de la historia- comenzó su recorrido en la música a los dos años de edad.
“No sabemos cuánto practicó Mozart, pero si empezó a los dos años y trabajó veintidós horas por semana en ello (cosa muy posible, dada la fama que tenía su padre de duro, estricto y exigente como maestro), habría hecho sus diez mil horas a los ocho años (cuando compuso su primera sinfonía)”, destaca Daniel Levitin, autor del libro “Thi is Your Brain Music”.
Quien se atrevió a definir el tiempo mínimo a invertir por una persona para llegar a ser experto, fue Malcom Gladwell, periodista y sociólogo canadiense. Él afirmó que para alcanzar la maestría en un área debes dedicar 10 mil horas en su estudio y práctica.
Sin embargo, Levitin cuestiona este planteamiento con el mismo caso de Mozart: “¿la autoría de esa primera sinfonía lo cualifica como un experto, o alcanzó su nivel de maestría musical en una época posterior?”.
Según Gladwell, mientras más te tardas en tomar una decisión, en descubrir tu vocación o pasión, necesitarás mayor entrega durante menos tiempo, para poder llegar a una alto nivel de experticia.
En el libro “Fuera de serie: por qué unas personas tienen éxito y otras no”, el autor canadiense destaca:
- En 1 hora sabrás lo básico.
- En 10 horas tendrás una noción amplia de los conceptos básicos.
- En 100 horas adquieres un nivel intermedio.
- En 1.000 horas avanzas a convertirte en un especialista.
- En 10.000 horas puedes considerarte un maestro en esa habilidad.
No quiero llenarte de ansiedad con esta pregunta, pero creo que necesitas responderla y tomar acción con base en lo que surja: ¿Cuánto tiempo le estás dedicando a eso que te gusta o eso en lo que quieres convertirte?
Además, la afirmación de Gladwell es una métrica que científicamente ha sido refutada. Una investigación de The Guardian (2019) lo demuestra.
En el reportaje se lee: “Los factores dependen de la habilidad que se esté aprendiendo: en el ajedrez podría ser la inteligencia o la memoria de trabajo, en el deporte podría ser la eficiencia con la que una persona utiliza el oxígeno. Para complicar aún más las cosas, un factor puede impulsar a otro. Un niño que disfruta tocar el violín, por ejemplo, puede estar feliz de practicar y concentrarse en la tarea porque no lo ve como una obligación”.
Lo que no tiene discusión, y de lo que no te puedes dar el lujo de dudar, es que la dedicación desempeña un rol importante en tu vida, al igual que el descubrimiento de tus habilidades y fortalezas. Lograrlo más temprano que tarde ¡Mejor!
No tienes que estar graduado, renunciar para tener tiempo o adquirir numerosas certificaciones altamente costosas para comenzar. Hay maneras económicas de hacerlo, que además puedes aprovechar ya mismo.
Ser autodidacta, voluntario, dedicar una hora antes y una después de tu empleo actual, leer libros sobre el tema, realizar formaciones de bajo costo o algunos mooc (cursos en línea gratuitos de organizaciones e instituciones universitarias internacionales) pueden ser esos primeros pasos ¡Dale!
¿Qué pasa si aún no has identificado esa área de interés?
Desarrollar tu curiosidad te ayudará. Asumir ciertas actitudes o hábitos te permitirá conocer aspectos de tu profesión u oficio que no has descubierto hasta ahora y que te pueden llevar a tomar una decisión y rumbo sobre tu especialización.
Me gusta compartir una recomendación que hace Alexander Osterwalder (creador del Canva Business Model), cuando se quiere conocer más sobre el área de negocio o mercado en el que trabajas. Te invita -entre otras acciones- a actuar como periodista, a preguntarle a colegas, especialistas y gente que se dedica a ello, aspectos sobre su día a día, la dinámica, los desafíos, las competencias así como las habilidades que se deben tener.
Seguramente, tú -en este rol- sabrás qué interrogantes hacer. Además, un “periodista ágil” le saca el máximo provecho a toda la información que se consigue en internet, sin importar el idioma y la fecha de publicación.
Por otra parte, el autor exhorta a las personas a vivir el papel de observadores. Ir a lugares donde se hace eso que despierta tu interés, donde está la gente que vive de eso ¿Qué tiene de particular lo que ves? ¿Te hace sentido? ¿Te identificas con ese entorno? ¿Qué opinión tienes sobre los comportamientos que se adoptan? También puedes ver películas, documentales y hacerte esas mismas preguntas. Yendo un poco más allá de esta acción, ahora visualízate haciendo eso ¿Cómo te sientes?
Cuando tengas certeza de que hallaste eso a lo que quieres dedicarte ¡es hora de darle con todo! estudia, busca información, aprende al respecto y -sobre todo- aprende a hacer.
Siempre será mejor hacer
En cursos de marca personal y empleabilidad que me ha tocado impartir en universidades a futuros profesionales, entre los participantes siempre hay un grupo que está frustrado o temeroso, porque siente que dentro de poco tendrá su título en la mano y no tiene la menor idea sobre a qué dedicarse.
Mi recomendación habitual es aprovechar la juventud. Capaz, muchos aún tienen la “dicha” de ser apoyados por sus padres, y pueden sumarse a programas de pasantías profesionales o de voluntariado.
“No esperes que te paguen, asúmelo como un curso 100% práctico donde aprenderás de una vertiente que no conoces de tu profesión, podrás confirmar si es lo que quieres o no, para luego decidir con argumentos propios cómo avanzar hacia tu futuro, el que realmente quieres y te mereces”, les digo.
No siempre a la primera se tiene respuesta, pero -como dice el refrán popular- “el que busca encuentra”, así que no pares hasta conseguir esa área que despierta tu interés, tu pasión, tu esencia para darle sentido a tu vida, porque pasamos gran parte de ésta produciendo, ya sea como dependientes o independientes.
Si tienes una edad avanzada, y un camino laboral recorrido, aunque durante ese tiempo te has dedicado a una actividad específica, puede ser que te hayas dejado llevar por la existencia y hoy sientes la necesidad de buscar eso que te hará sentir más vivo y motivado.
Seguro no puedes darte el lujo de experimentar tan abiertamente como quien empieza, porque incluso tus padres ya no te mantienen, sino que es al revés. Tu tiempo tiene un costo y vivir también, necesitas aprovechar el primero para que lo segundo sea lo más placentero posible.
En este caso, tienes dos opciones: ignorar la necesidad propia de buscar ese qué ¡No darte la oportunidad! o trabajar en el cómo para conseguir lo anhelado ¿Qué horarios tienes disponibles para explorar? ¿Qué hábitos desechar y cuáles adoptar para tener posibilidad de evaluar opciones? ¿Cómo se compaginan tus pasatiempos y hobbies en esta nueva búsqueda? ¿Cómo iniciar esta expedición personal?
Las preguntas deben ser respondidas, después trazar tu plan de acción y ponerlo en marcha.
Quizás no alcanzas a llegar a las 10.000 horas que Gladwell estableció como requisito para alcanzar el título de “experto” ¡no importa! porque además ya viste que hay evidencia científica que desestima esto. Pero al dedicarle todo el tiempo posible harás que tu día a día sea más vital, esperanzador, alegre e interesante.
En mi caso, luego de descubrir esa disciplina que me hace sentir de forma plena y aportar a los demás con creces, mi vida tiene más momentos de satisfacción y felicidad. Siento que desde hace mucho tiempo no trabajo, y que todos los días hago lo que me apasiona.
Quisiera conocer cómo descubriste tu área de especialización.
Quisiera conocerte si aún no la hayas y la necesitas “con locura”… conversemos ya sea por los comentarios de esta publicación o por mi correo personal hola@gabrielpatrizzi.com