“Para nada, no he cambiado de foco en lo que vengo haciendo, que es asesorar en el área de Comunicación Estratégica”, le respondí a un conocido cuando -por unos talleres y entrevistas sobre Branding Personal en los que he participado- me preguntó sobre “ese cambio” en mi área profesional.
-Al final considero que esa comunicación pensada, inteligente y planificada, orientada a posicionar una Marca Personal tiene los mismos preceptos para lograr una imagen positiva, una reputación sostenible en base a relaciones sinceras y duraderas con públicos claves tanto en organizaciones, productos y servicios- le argumenté.
Incluso (ahora le comento a ustedes), esas conexiones emocionales ¡humanas! que buscan tanto marcas comerciales como corporativas, deberían ser más factible en el caso de personas, asumiéndolas como profesionales buscando headhunters o emprendedores buscando inversores; lo irónico es que a veces los productos y servicios logran conexiones más emocionales que los humanos, quienes en ocasiones se “empaquetan” a tal punto que pierden su esencia.
¡Ojo! yo sé que no estoy inventando la rueda, como siempre lo admito; porque de Branding Personal se viene hablando desde hace mucho tiempo, sobre todo en Europa; incluso desde antes de Cristo. Hace algún tiempo Sócrates dijo “si quieres gozar de una buena reputación, preocúpate en ser lo que realmente aparentas”.
¿Qué es para mí el branding Personal?
Para mí el Branding Personal es esa identidad que determinamos en base a nuestras fortalezas, formación e intereses que luego proyectamos, comunicamos, de manera integral para lograr cautivar y conquistar a potenciales empleadores, clientes y aliados.
Es una comunicación profesional y personal que inicia con el autoconocimiento, nos lleva a la definición de los atributos reales que representen de manera auténtica y coherente nuestra personalidad y perfil; pasa por la definición de propósitos y visión de hacia dónde queremos orientarnos; públicos a los que nos dirigiremos y los medios por los cuales dialogaremos y conectaremos con otros.
El resultado efectivo de la gestión de la Marca Personal debe ser una imagen atractiva que nos permita decidir nuestro futuro, que lo que buscamos hacer -eso que nos apasiona- realmente lo hagamos, lo vivamos, y además sea en el lugar (empresa, organización, equipo y país) que nos propongamos.
Se trata de un abordaje estratégico y sistemático, desde el momento que tomamos la decisión de gestionarla; se trata de preguntarnos y estar claros de dónde estamos en ese sentido y hacia dónde vamos, establecer un plan integral con una secuencia lógica que nos permita alcanzar objetivos específicos, claros y bien definidos.
Tres dimensiones de la Marca Personal
Cuando se habla de Marca Personal debemos pensar y trabajar en una comunicación en tres niveles: intrapersonal, interpersonal y multipersonal. No podemos ver solo una de éstas, es necesario asumirlas de manera integral e integradora. Esta Comunicación integral se implementa de manera directa y mediada (esta última es tanto offline como online) ambas deben representar de manera coherente y continua la identidad, propósitos e intereses que se determinan.
No se trata de una presencia en redes sociales únicamente ¡Importante!, sino de las formas de relacionarnos, de hacer networking y establecer vínculos duraderos; además de cómo lograr aportar valor en los sectores donde buscamos desempeñarnos ya sea como empleados o de manera independiente.
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