Mi profesor de Máster, el experto en Comunicación Empresarial, Michael Ritter comparte en su libro “Cultura Organizacional”, nueve errores que son muy frecuentes en la Comunicación a nivel gerencial; malas praxis que reafirman que el ocupar un “alto cargo” dentro de una compañía no endosa las capacidades de liderazgo.
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“Si tus acciones inspiran a otros a soñar más, aprender más, hacer más y ser mejores, eres un líder”, afirmó décadas atrás Jack Welch; y es que para influir -tanto en la forma de trabajar como en la vida de los demás- debes ser un buen comunicador, evitando estos errores puedes llegar a serlo…
1. Las palabras contienen significado
Sería maravilloso, si cada vez que pronunciáramos una palabra, ésta apareciera en la mente de nuestro interlocutor con la misma figura que tenemos en la nuestra. Lamentablemente esto no es así porque el significado reside en la mente de cada uno. Todos tenemos nuestros significados personales para las palabras porque los filtramos a través de los variados marcos de referencia que se originan en nuestras diversas experiencias y entornos y en nuestros sistemas de creencias. Asumir que una palabra o concepto dicho implica una automática comprensión de su significado es una ingenuidad. Es por eso que el feedback como herramienta de comunicación es tan importante en la interacción con los demás.
Lee Thayer sostiene que “si usted recibe lo que yo digo, usted tiene la información en bruto, pero si usted recibe lo que yo quiero decir y usted comprende lo que yo quiero significar, entonces usted recibe el mensaje”.
2. Comunicación e información son sinónimos
La información es la materia prima que se utiliza en procesos de comunicación para obtener un resultado que es comprensión y significado compartido. La información no es comprensible ni significativa para otra persona, hasta que ésta la procesa y la entiende.
3. La comunicación no requiere mucho esfuerzo
La comunicación pobre, la comunicación imprecisa, la comunicación ineficiente y la comunicación errónea no requieren mucho esfuerzo, es cierto. Pero para comunicar de verdad, se debe asumir el compromiso de invertir tiempo, energía, atención y -por encima de todo – dejarse llevar por el interés de compartir la comprensión y el significado con el otro.
4. La comunicación es un producto
Muchas personas consideran a la comunicación como un producto físico, similar a los productos fabricados en la línea de montaje. Esta falsa percepción es quizás el impedimento mayor para mejorar la comunicación en la mayoría de las organizaciones.
5. Los buenos oradores son buenos comunicadores
Nos enseñan a hablar desde el momento en que nacemos. Nuestra “capacitación en comunicación” en la escuela primaria, luego en la escuela secundaria y más adelante durante nuestra capacitación profesional formal, está centrada principalmente en enseñarnos cómo crear y enviar mensajes, y no en cómo recibirlos. Cuando somos adultos e ingresamos a la vida profesional -donde debemos interactuar con otros – nos encontrarnos preguntando por qué ocurren tantos malentendidos y por qué delegar es más difícil de lo que debería ser.
Los comunicadores efectivos son buenos oyentes y los buenos oyentes son grandes líderes. El motivo por el cual escuchar es una habilidad de comunicación tan poderosa es porque produce una doble ganancia. No sólo aumenta la posibilidad de que los jefes comprendan con precisión lo que dicen los empleados, sino que crea relaciones positivas con ellos. Cuando los gerentes escuchan a sus empleados, les están demostrando respeto, tanto hacia ellos como hacia sus ideas.
6. “Si yo lo sé, entonces lo deben saber todos”
Quizás el problema de comunicación más común es la suposición de los jefes de que si ellos están en poder de una parte de la información, entonces todo el mundo en la organización debe estar enterado también. Sin embargo esto no es así: usualmente el personal no tiene conocimiento de lo que saben los gerentes a menos que éstos hagan el intento deliberado de transmitirla. Otro problema frecuente es que la gerencia realmente no valora la comunicación o asume que simplemente sucede. De manera que no toma conciencia de qué comunica a quién, aún cuando pretende que todos en la empresa se enteren.
7. No tengo tiempo
Generalmente cuando los individuos están cansados o bajo presión, tienden a ocuparse de lo urgente en lugar de lo importante. Esto lleva con frecuencia a que las personas no interpreten el punto al que se hacía referencia o malentiendan la intención de lo que el jefe quiso realmente decir. Este problema en general es descubierto cuando es demasiado tarde.
8. Está todo bien. No hay necesidad de hablar
Con frecuencia los gerentes interpretan que su función específica es la de resolver problemas, para lo cual necesitan interactuar con sus empleados. Los problemas de comunicación aparecen justamente cuando no hay problemas y entonces el gerente considera que no hay motivos para comunicarse.
9. Cuando necesite su opinión, se lo voy hacer saber
Finalmente, uno de los problemas más comunes de comunicación surge cuando la gerencia, con actitud arrogante, no valora en absoluto la comunicación con sus subalternos y considera que lo que ellos deben hacer es mantener la boca cerrada y hacer su trabajo.
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10 Responses
Excelente colaboración, tan necesaria y tan dejada de lado en muchas de las organizaciones grandes y pequeñas.
Enhorabuena por tus colaboraciones.
Abrazo.
Y tan dejada a un lado por quienes más allá de jefes, deben ser líderes…
Que gusto leer tu comentario Efraín, gracias por estar.
“El que desee hablar conmigo estaré en mi oficina”. Esta clásica posición en donde el líder espera sentado a que su gente se le acerque a hablar, lamentablemente, aún existe. De ahí viene la frase “pero nadie vino a decírmelo o nadie me transmitió el problema”. La proactividad del líder también se puede manifestar a través de su capacidad para propiciar la comunicación, es decir, no solo esperar a que su gente vaya a él sino también buscarlos, ir a saludarlos y hasta felicitarlos en su sitio, generar conversaciones informales ya sea en la oficina o tomando un café en el comedor o hasta generar encuentros casuales en el pasillo donde la “escucha” sea lo que predomine. El líder debe tener la capacidad de crear esos espacios de comunicación donde su equipo se sienta cómodo, debe construir la confianza para que ellos puedan hacerle llegar los problemas reales y sus soluciones. Hoy, más que nunca, se necesita líderes comunicacionalmente activos.
Jaime me gusta lo que comentas, sobre todo porque vislumbras la importancia de la comunicación informal en el ejercicio del liderazgo auténtico y transformador, ese que tanto necesitan los equipos de trabajo.
Gracias por tu aporte… espero seguirte leyendo más a menudo por REFLEXIONES COMUNICACIONALES.
¡Saludos!
Son tan frecuentes, que te das cuenta que la profesión es indispensable!!! En unos cursos que dictamos con una colega, los usamos para que identifiquen cuáles eran los más frecuentes y eran varios de ellos…. o interrelacionados… Me encanta “La comunciación no requiere mucho esfuerzo”….
Rocío gracias por tu comentario…
Mira ya que hablas de esos errores, ¿cuál crees tú que podría estar faltando en esta lista?
Reblogueó esto en Cristina Guadalupe.