La única manera de producir contenidos de manera frecuente como marca personal, sin sacrificar la calidad ni pertinencia, es convertir esa tarea en un hábito.
Asumiendo que la creación no va solo de sentarte a escribir o hablar, sino que implica otros desafíos: estar conectados con la actualidad (de tu entorno y sector), además de tener presente los nuevos formatos y maneras de consumir información, que mutan continuamente.
En mi caso, desarrollar un sistema de hábitos me permitió establecer una rutina semanal para estar al día en mis áreas de interés; consumir contenidos que me inspiran, en múltiples formatos y plataformas; además de generar ideas (sin dejarlas pasar) sobre temas contingentes y reflexiones de valor.
Cuando lees esto seguro piensas: “Gabriel ¿no hace más nada? porque ¿en qué momento trabaja?”. Hasta ahora estoy invirtiendo -en promedio- 90 minutos diarios en esto, pero quiero llevarlo a 60.
Lo estoy mejorando para que fluya y no se interponga con la dinámica diaria que implica deberes laborales, personales, familiares y domésticos.
¿Por qué el secreto está en los hábitos?
Según la Real Academia Española, los hábitos son el “modo especial de proceder o conducirse adquirido por repetición de actos iguales o semejantes, u originado por tendencias instintivas”.
Según Charles Duhigg, el autor del libro “El poder de los hábitos”, cuando los adoptamos sabemos lo que tenemos que hacer cuando se presenta una situación (en este caso un desafío), así que no se pierde tiempo decidiendo si es la mejor opción o si lo podría hacer de otra forma.
Por lo que prepararte todos los días antes de que empiece la jornada laboral para leer sobre tu sector, buscar las maneras más eficientes de estar al día con contenido de interés y encontrar las formas de generar ideas, convirtiéndolas después en contenidos no pasa por casualidad, de manera fortuita ni inconsciente.
Debe haber una preparación previa, continua.
No se trata de tomar la decisión y ya. Es adecuar el ambiente, disponer del tiempo así como de los recursos, para hacer lo que debes hacer.
Esto no se aplica solo un día, una semana, un mes. Si quieres que se convierta en hábito debe ser parte de tu vida.
¿Qué hago? ¿Qué hábitos he adoptado?
Para estar al día sobre mi sector:
Leo medios especializados y blogs; los tengo agrupados en una aplicación que me permite gestionar múltiples fuentes de información web: Feeddly; lo que me gusta o considero que luego puedo usar de referencia, lo guardo en otra app que se llama Pocket.
Para consumir contenido que me inspira:
Lo primero que tengo que aclarar es que el contenido de inspiración no está solo en redes sociales. Son también documentales, podcast, audiolibros, libros, series o películas ¡Eso también es contenido!
He buscado espacios para diversos formatos.
Por ejemplo, cuando salgo a rodar en bici escucho audiolibros o podcast; este tiempo tiene doble propósito ¡y me funciona!
Cuando hago ejercicio en casa, escucho noticieros especializados o documentales, también me sirve.
Los fines de semana -al menos tres horas el sábado y tres el domingo- aprovecho para ver series o películas.
A diario entro en redes sociales, pero con intención. Ya no lo hago por pasar el tiempo; esto me costó, pero poco a poco pude lograrlo ¡No es fácil!
Dedico -al menos- unos 30 minutos en la mañana y en la tarde a consultar sobre temas y cuentas que tienen contenido de mi interés.
En los medios sociales no solo leo, también interactúo, reacciono, comento y comparto para mantener mi relacionamiento -que también es digital, y es sumamente necesario-, a la vez educo al algoritmo.
A esa supercomputadora que opera cada red social -con mi actuar en línea- voy instruyéndole sobre qué tipo de contenidos, temas y personas me interesan. Así logro -cada vez más- que el contenido bueno, de calidad, el que me aporta, venga a mí y que no tenga que buscarlo haciendo scroll infinito.
Para crear contenidos:
Me he puesto una meta, bien específica: escribir un contenido semanal. A veces no sucede y no me castigo por eso. Lo que hago lo intercalo entre mi blog y el newsletter de Linkedin. Me programo dos horas a la semana. Las agendo, porque si no lo hago, no pasará.
Por otra parte, con un mes de anticipación coordino todas las entrevistas que haré en Errores que marcan, un espacio que transmito los martes y jueves en LinkedIn Live y que luego subo a Youtube. La preproducción me toma 60 minutos los domingos de cada semana.
Todos estos contenidos “macro” luego los versiono para las redes sociales. Implemento un remix de contenidos que me permite aprovechar al máximo cada espacio que propicio.
Diseña tu sistema
Seguro que mi experiencia de crear contenidos te permitirá desarrollar tus propios hábitos.
Diseña tu sistema; necesitas ordenarte, identificar tus espacios, tus rutinas, los insumos que tienes y los que te hacen falta. Ve dándole forma poco a poco.
Yo llevo lo que va de 2022 construyendo el mío; no está a tope, pero siento que cada vez es mejor. Lo que más me gusta es que me permite ser eficiente.
Estos son los libros que me leí previo a reorganizar mis rutinas; te pueden servir para adoptar cualquier hábito ¡súper recomendados! ¡Dale con todo!
“Hyperfocus: cómo centrar tu atención en un mundo de distracciones”, Chris Bailey.
“Hábitos atómicos”, James Clear.
“El club de las 5 de la mañana: Controla tus mañanas, impulsa tu vida”, Robin Sharma.