Hay creyentes que van a su congregación y por el hecho de dar dinero (como ofrenda) creen que ya “tienen el cielo ganado”, sin importar que tan honesta/sincera sea su vida, su relación con el mundo.
Hay otros -que por el contrario- pueden aportar muy poco en lo económico, quizás ni lo hacen, pero su andar está lleno de acciones sinceras, honestas y solidarias. Así también pasa en el mundo empresarial.
Por eso el cheque gigante que era llevado a escuelas y comunidades por ejecutivos encorbatados/ejecutivas encopetadas, es una práctica poco aceptada en estos tiempos, cuando los ciudadanos (cuya multidimensionalidad los lleva a ser clientes, usuarios, consumidores, empleados y vecinos) son cada vez más exigentes en cómo las empresas actúan en su entorno.
Más que por el dinero -en algunos casos utilizado para “lavar la cara” de corporaciones-, ellos apoyan y prefieren a organizaciones que les entiendan, trabajen y apoyen continuamente en su desarrollo, sin importar que sus representantes anden en franela, jean y gorra.
Estilo de vida empresarial
Como esgrime Italo Pizzolante, referente sobre el tema en Iberoamérica, ser una Empresa Socialmente Responsable (ESR) va más allá de acciones, programas y proyectos orientados a beneficiar a algún público, en un momento determinado.
Hoy la Responsabilidad Social Empresarial (RSE) debe ser asumida como un estilo de vida empresarial, donde los procesos, la cultura corporativa, la gerencia estratégica del negocio y la actuación cotidiana son medulares para lograr un gestión rentable, en beneficio de la empresa (¡Obvio!), así como del ambiente y la sociedad.
Para ser una ESR la Comunicación Interna juega un papel fundamental, debido a que su implementación como sistema de gestión necesita de una conciencia social colectiva dentro de la organización.
Para lograr la sustentabilidad y el ejercicio coherente de ese modo de vida corporativa es necesario que los colaboradores lo entiendan, comprendan, compartan, se comprometan y estén informados de cómo impacta a lo interno y hacia afuera de la organización.
¡No es difusión! Es acción…
La empresa es realmente responsable cuando todos sus empleados viven -se apropian- de esos valores, esa filosofía, que decidieron sus directivos ante los nuevos escenarios, donde a las organizaciones se les exige más como ciudadano corporativo, en su rol de empleador, productos, contribuyente, vecino, educador…
Es la Comunicación Interna la que permite entonces que exista esa coherencia entre lo que se dice y lo que se hace, para ser auténticamente responsables. No es un tema de difusión, sino de acción, sustentado en esa trama de gerencia-cultura-procesos-acción corporativa.
Tampoco es un asunto reactivo, donde la empresa busca revertir los posibles impactos de las operaciones; sino totalmente proactivo, donde se procura que la operatividad beneficie a los trabajadores, a la comunidad, al entorno y al país.
Eso sólo se logra con la sensibilización, formación y sincronía que ofrece una gestión productiva de la Comunicación Interna, dentro de una visión estratégica de la Comunicación.
Por ello, es imposible lograr ser una empresa socialmente responsable sin diálogos fluidos y efectivos a lo largo y ancho de la estructura organizativa, esa “conversa” que además permite conocer/entender el entorno, el mercado, la situación nacional y global, para gerenciar a ese mismo colectivo en función de la conciencia social necesaria.
También te invito a leer…
Comunicación en “súper equipos”: 5 CLAVES
5 principios para una Comunicación Estratégica
¿Por qué contratar un asesor en Comunicación Interna? 9 RESPUESTAS
5 Responses
Hola Gabriel… ¡Muy bueno el post!
Las empresas no solo tienen que actuar responsablemente, deben además comunicar efectivamente la RSE. Para eso es necesario que definan una serie de mecanismos que garanticen un diálogo transparente, fluido y honesto con los públicos internos y externos.
¡Abrazo!
Estás en lo cierto Max es súmamente necesario ese diálogo, sin éste es imposible lograr ser socialmente responsables de forma sostenida…
Gracias por siempre pasar por REFLEXIONES COMUNICACIONALES, tus aportes son bienvenidos ¡SALUDOS!